Es una de las algas más conocidas en el mundo gracias a su uso en la elaboración de varios tipos de sushi, aunque en realidad es mucho más versátil de lo que parece. En realidad, lo

que conocemos como alga nori es un término genérico para hablar de un producto elaborado en Japón que es la mezcla de varios tipos de alga roja, la Porphyra, aunque puede incorporar otras algas. El resultado final se usa en la elaboración de ciertos tipos de sushi, como el makizushi o el onigiri.

El nori se confecciona compactando y secando la Porphyra, que es un cultivo de gran tradición en Japón, hasta que se obtienen las grandes hojas de color verde oscuro que todos conocemos. Al año se cultivan más de 50.000 toneladas de algas para producir el nori necesario para satisfacer las demandas del mercado mundial.

Si has comido sushi, has comido nori. Es inevitable, ya que es el alga que se usa para enrollar el arroz avinagrado y el resto de ingredientes en la elaboración del makizushi. Su sabor ahumado es un complemento ideal al conjunto y, además, su capacidad para absorber la humedad hace que sea más fácil de preparar no sólo el maki, sino también variedades como el temaki, en forma de cono.

Pero el nori tiene vida fuera del sushi, ya que no sólo se usa en forma de hojas. Es normal encontrarla cortada en copos, que se añaden para dar más sabor a sopas, carnes o pescados. Con la cocción siempre aumenta un poco de tamaño y su sabor es muy intenso, por lo que hay que usarlo con moderación.

En polvo se llama aonori y sirve para sazonar guisos y platos de pasta, en especial el yakisoba. Si se mezcla con salsa de soja para formar una pasta, se llama nori tsukudani, una receta no muy conocida fuera de Japón por su intenso sabor, pero que es muy popular para servir con arroz blanco al vapor.

¿Qué es Nori?

Nori, o laver, se clasifica como una especie de alga roja de algas que proviene del género Porphyra (o Pyropia), que comprende cerca de 70 especies diferentes. Las dos principales variedades asiáticas, que crecen en las zonas intermareales del Pacífico y el Océano Índico, incluyen P. tenera y P. yeeziensi s.

Porphyra umbilicalis , más comúnmente conocida como "capa púrpura", se encuentra principalmente en el Atlántico Norte y el mar de Irlanda, donde se consume ampliamente como un popular vegetal marino. Otras especies de Porphyra también crecen silvestres en las costas de las costas del Pacífico Noroccidental y en las costas del Atlántico Este de Maine y Canadá. 

Aunque se cree que el cultivo japonés de nori es una práctica bastante antigua, se descubrieron técnicas de siembra y crecimiento actualizadas para fines de la Segunda Guerra Mundial, que revolucionó la industria acuícola nori japonesa a mediados de la década de 1950.

¿Cómo se hacen las hojas de Nori?

La transformación de algas marinas frescas en hojas de papel como el nori es una forma de arte definida y las culturas asiáticas son las maestras de esta técnica de procesamiento. Inventado hace más de 200 años, surgió como una adaptación del proceso japonés de fabricación de papel. Los métodos tradicionales de fabricación de láminas son una habilidad perfeccionada que requiere una capa fresca de alta calidad que se pica, se convierte en una lechada y luego se coloca en una pantalla enmarcada. El marco se levanta de la hoja de nori mojada, que se inclina y se deja secar al sol en una estera de bambú.

Hoy en día, las técnicas mecanizadas modernas son, por supuesto, ahora comúnmente utilizadas para aumentar la producción de láminas.

El sabor, el color y la textura de las hojas terminadas varían ampliamente, dependiendo de la calidad de las algas utilizadas. Las hojas se pueden dejar crudas o se pueden tostar como yakinori o sazonar como ajitsukenori .

Beneficios del alga nori

Hace milenios, las algas llenaron de oxígeno nuestro planeta para hacerlo habitable. Hoy, siguen ayudándonos como un complemento nutritivo de nuestra dieta. Incorporar algas en nuestras dietas nos aporta variedad y toda una serie de nutrientes muy interesantes en muy pocas calorías:

• Vitaminas A y B.
• Muchísimos minerales, como el potasio, el hierro, el magnesio y el yodo.
• Alto contenido proteico, perfecto para tus comidas post-entreno.
• Fibra.
• Además, el consumo de algas ayuda a filtrar el colesterol y los triglicéridos de la sangre. Y si después lo complementas con un té blanco, estarás tomando importantes medidas para acabar reducir ambos.