¿Te comerías unas medialunas con queso untable y mermelada a las nueve de la noche? ¿Te imaginás a tus invitados a cenar esperando su trozo de bife y le servís huevos revueltos y

panqueques? Puede pasar si seguís la tendencia gastronómica en Estados Unidos: el brinner.

Brinner, de breakfast for dinner, consiste justamente en comer a la hora de la cena lo que comés a primera hora del día. Esta nueva modalidad, posterior al brunch, nació en Estados Unidos y es la última moda gastronómica.

En ciudades como New York o Madrid muchos cafés y restaurantes ya ofrecen opciones brinner. En Londres, una de cada 10 persona lo practica. Pareciera que las carnes y platos elaborados quedarán para el fin de semana, pero no: el desayuno también es una buena excusa para cocinar con estilo y dedicación.

El brinner es una gastro-tendencia que comienza a ganar terreno. En efecto, ya comienzan a formarse grupos en las redes sociales para compartir recetas, fotos y comentarios.

¿Cómo practicar el brinning?

• ¡Usa la imaginación! Combiná galletitas con huevos revueltos y vegetales. O cereal, con panceta, queso y frutas. Podés hacer miles de combinaciones que vayan con tus gustos y no afecten tu colesterol.
• Sin importar la hora, la cocina requiere de una mínima dedicación. Cambiá esa imagen de la medialuna sola en el plato, y agregale quesos surtidos, mermeladas y frutas cortadas. El arte está en el detalle.
• Sé un foodie. Aprendé de los mejores, conectate con grupos de cocineros en redes sociales, publicá tus recetas, comprá libros de recetas y organizá desayunos –¡sí, desayunos!- para los amigos.
• Recordá que la clave está en combinar bien los alimentos y comer las porciones adecuadas. ¡No queremos llevar tantas calorías a la cama!

A favor

• Puede resultar una opción más sencilla y económica para la cena.
• Tiende a recuperar los sabores tradicionales.
• Mientras la comida está más fresca, se potencian sus nutrientes y sabores.

En contra

• El exceso se harinas, embutidos y frituras por la noche, puede afectar el colesterol.
• En países como la Argentina, donde la cena es el plato fuerte del día, es difícil adaptarse a nuevas tendencias.