Esta sencilla y fresca receta tradicional mexicana se ha convertido en uno de los platos indispensables en fiestas y reuniones con amigos de todo el mundo. El guacamole es un plato popular
en México y gran parte de Sudamérica, sobre todo allí donde su ingrediente principal, el aguacate, es un producto habitual. Como toda comida tradicional, existe una gran variedad de recetas que combinan los ingredientes básicos con algunos matices, aunque quizá sea el modo de consumo lo que marca las diferencias entre países.
En origen, el guacamole era una mezcla de aguacates machacados, zumo de limón, tomate y chile, nada más. Sin embargo, no es raro encontrar guacamole con cebolla, ajo, cilantro o incluso barritas de surimi.
Habría tal vez que diferenciar entre lo que se considera guacamole y salsa de guacamole, ya que en algunos lugares se añade a esta majada algo de leche o agua, haciendo la mezcla más ligera y usándola para añadir a tacos, tortas y asados, como una salsa más.
Sin embargo, el guacamole que se ha exportado al mundo es el que se usa o bien como guarnición o bien como plato de aperitivo. De hecho, la facilidad con la que se puede preparar y consumir, con los típicos nachos de maíz o totopos, ha convertido al guacamole en un plato indispensable en reuniones de amigos y fiestas.
Cada cocinero prepara al final un guacamole diferente. Además de poner o no cebolla, quizá el toque personal sea la textura. Los hay que prefieren dejarlo con trozos de aguacate visibles, sobre todo si preparamos una guarnición, y los que lo dejan todo como una pasta fina y suave, perfecta para ser untada.
Por si fuera poco, estaríamos hablando de algo poco habitual, ya que es un snack con propiedades saludables. El guacamole es bueno para el corazón, combate el colesterol y es rico en antioxidantes y vitamina E. Una razón más para servirlo en lugar de otros aperitivos industriales.
Ingredientes
Para 4 personas
- Palta/Aguacate maduro 2
- Tomate pequeño1
- Cebolla100 g
- Chile jalapeño (opcional)1
- Cilantro fresco (solo las hojas) 20
- Lima/Limon 1
- Sal
Cómo hacer guacamole auténtico mexicano
Picamos la cebolla en brunoise fina. Hacemos lo mismo con el chile jalapeño, en caso de optar por incorporarlo a nuestro guacamole. Escaldamos el tomate, es decir, lo sumergimos en agua hirviendo durante 20-30 segundos y lo refrescamos en agua helada para cortar la cocción. Lo pelamos, cortamos por la mitad, retiramos las semillas y picamos la carne en dados pequeños o mirepoix.
Lavamos el cilantro y separamos las hojas de los tallos. Estos últimos los desechamos y nos quedamos sólo con las hojas. Las picamos finamente con un cuchillo afilado, deslizando el filo sobre el cilantro para que el corte sea limpio y no machaquemos el producto. Cortamos la lima por la mitad y exprimimos el jugo de una de sus mitades, reservando la otra mitad para otra elaboración.
Por último, cortamos los aguacates por la mitad y, con mucho cuidado de no cortarnos, retiramos los huesos. Sacamos la carne, la introducimos en un cuenco amplio y la machacamos con un tenedor. Agregamos los ingredientes anteriores: la cebolla, el chile, el tomate, el cilantro y el zumo de la media lima. Sazonamos al gusto y servimos acompañado de nachos o totopos.
Con qué acompañar el guacamole auténtico mexicano
La manera más popular de comer guacamole es acompañado de unos nachos o totopos y de una cerveza bien fresca. Es un aperitivo fabuloso o un platillo, como dicen nuestros amigos mexicanos, con el que complementar una comida informal o un picoteo entre amigos a base de recetas mexicanas como quesadillas, burritos, etc.