Su creación se remonta a 1679, cuando el panadero de la corte Antonio Brunero, -bajo las indicaciones del médico real Theobald Pecchio-, inventó este alimento para nutrir al nuevo príncipe
soberano. Vittorio Amedeo, de mala salud desde su infancia, tenía problemas digestivos continuos que tenían preocupados a toda la Casa saboyana.
Y estos problemas digestivos, que, según cuentan las crónicas, le impedían digerir la parte blanda del pan, habían sido similares a los sufridos por el médico de la corte, por lo que este sugirió al panadero la elaboración de un pan levado, crocante y con muy poca miga y muy ligero. Tomando esta idea, el panadero elaboró unos bastones pequeños y retorcidos que, con una cocción prolongada a baja temperatura, reducía el agua de los almidones. De esta sencilla manera nació el grisín en Turín.
Sobre el nombre también hay diversas opiniones; parece que proviene de un antiguo pan alargado del Piamonte, hecho con trigo, centeno y cebada llamado ghersa que se consumía allá por el 1300. Como consecuencia de una importante inflación en torno al año 1500, los panaderos se vieron en la necesidad de reducir el peso y el tamaño del pan y al final se rebautizó como gherssin. Por ello, cuando el médico se dirigió al panadero lo que le pidió fue una especie de este pan tradicional.
Comoquiera que el príncipe se recuperó de sus males digestivos, el resto ya es historia. Se le atribuyeron propiedades curativo-digestivas y se popularizó de forma masiva en el Piamonte, primero, y por toda Italia después. Finalmente, en el año 1988 se colocó una placa conmemorativa de tal acontecimiento.
Con el tiempo, este nuevo pan se popularizó por toda Italia y cocineros afamados lo introdujeron en Francia donde también se dio a conocer muy rápidamente. Napoleón los llamaba “petit batons de Turín” y eran muy apreciados en las famosas recepciones de la nobleza, a tal punto que el propio emperador animó y ayudó a dos famosos grissinieri piamonteses a establecerse en París pero éstos, celosos de la fórmula del éxito de su producto, no estaban dispuestos a compartir sus conocimientos por lo que el proyecto no terminó de llevarse a cabo.
En apenas tres décadas, todos los panaderos de los países mediterráneos ya contaban con fórmulas propias del grisín torinés y las cortes europeas pronto lo adoptaron.
Los Grisines son una excelente alternativa para preparar un delicioso aperitivo, untándolos con las salsas que ustedes prefieran y son mejores aun si son integrales y con semillas.
¿Cómo preparar Grisines Integrales?
La ventaja al prepararlos es que pueden incorporar a la masa diversos ingredientes, por ejemplo, aji en polvo, ajo en polvo, orégano, sésamo, semillas de amapola, sesamo, queso rallado, provenzal etc., otorgando sabores variados a los grisines.
Receta
Ingredientes
(para 35 grisines aproximadamente):
- 200 grs. de harina 000.
- 50 grs. de harina integral.
- 25 grs. de manteca.
- 10 grs. de levadura prensada.
- 1 ½ taza de agua tibia.
- 1 cucharada pequeña de azúcar.
- 1 cucharada pequeña de sal.
- Manteca o mantequilla para cubrir la placa de horno.
Preparación
- En una fuente o bowl disponer la harina (común e integral), azúcar, sal y manteca
- Unir todos los ingredientes con la ayuda de una espátula hasta lograr una textura arenosa.
- En un jarro pequeño o fuente, disolver la levadura en agua tibia y esperar 5 minutos hasta que la levadura se active.
- Agregar de a poco el agua con la levadura a la preparación anterior y unir todos los ingredientes de afuera hacia adentro con la espátula.
- Cubrir levemente una superficie limpia y seca con harina, disponer la masa y amasar bien hasta formar una masa lisa y homogénea.
- Con el palo de amasar, estirar la masa de forma rectangular y doblarla por la mitad, volver a amasar en forma rectangular (repetir el proceso 4 veces).
- Dejar levar la masa (dejar descansar la masa elaborada con levadura hasta que adquiera el volumen necesario) cubierta con papel film transparente durante 20 minutos.
- Posteriormente, con el palo de amasar estirar nuevamente la masa en forma rectangular, cortar en tiras delgadas de ½ cm. de ancho y con la ayuda de las manos deslizarlas sobre la superficie para redondearlas y colocarlas sobre la placa de horno enmantequillada o cubierta con manteca.
- Es importante apretar las puntas, presionando con la ayuda del dedo pulgar contra la placa, para que los grisines no se arqueen al cocinar. Hornear a fuego moderado durante 15 a 20 minutos, servir con variadas salsas o dips.
- Tener en cuenta que cuanto más arrollemos la masa más la vamos estirando hacia los costados afinándose los grisines. Allí determinaremos el grosor de acuerdo a nuestro gusto.
- Se acomodan en placas limpias todo el largo del molde, luego se les hace una marca (con una espátula ancha o con el revés de un cuchillo) con el largo deseado pero sin separarlos del todo. Una vez cocidos se parten fácilmente con la mano.
- Se cubren con un paño o plastico y se dejan descansar 20 minutos.
- Se cocinan en horno caliente 200º, precalentado durante 15 minutos aproximadamente o hasta que estén bien dorados.
- Se retiran, se dejan enfriar y se guardan en envases herméticos durante muchos días.
Aclaración: Por ser artesanales, las piezas que se obtienen con esta receta de grisines son de forma y tamaños irregulares, no como los que se compran en las panaderías, donde se emplean moldes especiales llamados grisineras para hacerlos todos iguales.