Este clásico plato italiano se renueva con un toque saludable utilizando harina de almendras en lugar de harina de trigo. El pollo queda crujiente por fuera y jugoso por dentro, mientras que la salsa de tomate casera y el queso mozzarella lo cubren en una deliciosa capa de sabor. Esta versión sin gluten del pollo a la parmesana es perfecta para toda la familia y se convertirá en un favorito en tus cenas o almuerzos.
Para 6 personas
Ingredientes
- 4 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel (450-675 g en total)
- 480 ml de harina de almendras blanqueada
- 2 huevos grandes, batidos
- 90 g de mantequilla salada
- 2 botellas de pasta de tomate (200 g cada una)
- 480 ml de agua
- 1 cucharadita de hierbas provenzales
- 6 dientes de ajo, en rodajas
- 450 g de queso mozzarella
Paso a paso
- Corta las pechugas de pollo por la mitad para obtener piezas más delgadas y sécalas con papel toalla.
- Sumerge las chuletas en el huevo batido, deja que escurra el exceso y luego cúbrelas con la harina de almendras.
- Derrite la mantequilla a fuego medio en una sartén grande y saltea el pollo hasta que esté bien dorado por ambos lados.
- Retira y coloca sobre papel toalla para escurrir el exceso de grasa.
- En otra sartén, mezcla la pasta de tomate, el agua, las hierbas provenzales y el ajo.
- Cocina a fuego lento durante 15 minutos para que los sabores se mezclen.
- Coloca 120 ml de la salsa de tomate en el fondo de una fuente para hornear de 18 x 28 cm.
- Pon las chuletas en una sola capa sobre la salsa, cúbrelas con la salsa restante y espolvorea con la mozzarella.
- Hornea a 200°C durante 10 minutos, hasta que el queso esté derretido y ligeramente dorado.
- ¡Disfruta de esta deliciosa y saludable versión del pollo a la parmesana!