Es muy importante higienizarlos correctamente porque, aunque parezca que se encuentran en buenas condiciones, no debemos olvidar que están en contacto con pesticidas y fertilizantes.
Pasos importantes para que un arrepollado tenga una limpieza perfecta:
- Desechar las primeras hojas marchitas.
- Sumergir en agua con vinagre blanco durante 10 minutos.
De esta manera se logrará la eliminación de las bacterias y se podrán consumir con seguridad.