En los últimos años, la leche de tigre ha evolucionado de un sencillo producto del ceviche a un aperitivo con gran sabor y personalidad propia. Cuando preparamos un buen ceviche
obtenemos por un lado un excelente plato de pescado con un sabor fresco y cítrico, y por otro un jugoso caldo de color blanco en el que la intensidad del cilantro, la lima y el pescado se unen para dar lugar la tradicional leche de tigre. Sin embargo, en la actualidad, la leche de tigre se ha convertido en un plato por sí solo, así como una salsa más elaborada para acompañar el ceviche y otras recetas de pescado.
Para su preparación utilizaremos casi los mismos ingredientes que en el ceviche. Lima, cilantro, gambas peladas, cebolla morada, unos pequeños tacos de pescado, sal y apio. Con esto ya tendríamos una buena base, pero podemos usar también un fumet de pescado y hielo picado para lograr un resultado óptimo.
Su preparación no encierra demasiado misterio. Troceamos los ingredientes principales y los mezclamos con una batidora, triturándolos hasta obtener una crema. Su textura dependerá de la cantidad de fumet que añadamos, al gusto del cocinero. En el caso de que queramos darle un toque picante, añadiremos una guindilla o ají. Lo ideal es guardarlo en la nevera durante varias horas hasta que llegue la hora de servirlo.
Esta leche de tigre se puede servir como aperitivo o tapa, en su propia copa, o bien como acompañamiento de un rico ceviche al que queramos darle más cuerpo e intensidad. También es una gran guarnición para acompañar marisco a la plancha, pulpo, calamar o cualquier otro pescado al que queramos dar un toque cítrico y fresco.
Sin duda, un gran ejemplo de la versatilidad del ceviche y de cómo con un poco de ingenio se pueden reinventar algunas de las recetas tradicionales que todos conocemos.