La pasta es un clásico de la cocina italiana que se prepara en todas las casas. Sin embargo no siempre se obtienen buenos resultados. ¿Qué tan difícil puede ser cocinar pasta? ¿Sos de
las personas que creen que hay que echar aceite al agua de cocción de la pasta para que no se pegue? ¿Siempre te has preguntado si la sal se echa antes o después de la pasta? ¿No se trata simplemente de hervirla en agua? Eso es lo que la mayoría piensa. Pero lo cierto es que un gran plato de pasta es más que simplemente agregar fideos al agua caliente, tal como quienes han tenido que comer espaguetis insulsos y pegajosos podrán testificar. La calidad de los ingredientes que se utilizan es fundamental para conseguir un buen plato de pasta.
Estas reglas básicos harán que tus platos de pasta queden perfectos.
Regla Nº 1 | La proporción Agua-Pasta
El agua donde vayas a cocinar la pasta debe ser muy abundante. Pesa la pasta que vayas a cocer, multiplícalo por 10 y obtendrás el agua necesaria. Por ejemplo: si vas a cocer 100g de pasta usa un litro de agua.
¿Y por qué? Porque la pasta durante su cocción pierde almidón y, si hubiese poco agua donde diluirse, formaría una especie de cola. Esta cola de almidón impediría a la pasta hidratarse bien y además favorecería que se pegara entre sí misma.
Resumen: Abundante agua= pasta bien hidratada y no pegada
Regla Nº 2 | La Sal
La proporción de sal y agua debe ser de aproximadamente 1,5 gramos por litro de agua. ¡No te asustes! Puede parecer una barbaridad pero la mayoría de la sal se quedará en el agua cuando la escurras. Echa siempre la sal después que el agua haya empezado a hervir porque si la echaras antes retrasarías la ebullición. ¿Ciencia y ficción? ¡Nooo! Principios físico-químicos. Un agua salada previamente tendrá un punto de ebullición más alto que un agua sin sal. Y finalmente, te recomendamos usar sal gruesa en lugar de sal fina. ¿Otra vez hablamos de principios físico-quimicos? No, en este caso es una cuestión de comodidad ya que la sal gruesa es más fácil de dosificar. De hecho, no hay problema alguno si tienes a disposición únicamente sal fina.
Resumen: Sal Gruesa, después de hervir y en proporción de 1,5g/1L
Regla Nº 3 | La Pasta
Ademas que la pasta debe ser de la mejor calidad que puedas obtener o pagar. Añade la pasta después de la sal y mantén el fuego lo suficientemente alto como para garantizar que el agua no deja de hervir en ningún momento. No tapes la olla. Remueve la pasta una vez y controla los minutos, siguiendo el tiempo indicado en el paquete de pasta que compraste. Si se trata de pasta fresca casera o comprada, calcula unos 3-4 minutos. No será necesario remover más de una vez si seguiste la regla nº 1 al detalle, ya que el agua abundante y el movimiento de las burbujas, mantienen la pasta en movimiento sin necesidad de remover.
Resumen: Echar la pasta después de la sal. Fuego vivo. Sin tapar la olla. Remover una sola vez y controlar el tiempo de cocción indicado en el paquete.
Regla Nº 4 | La Salsa
Dos minutos antes que finalice la cocción, calienta la salsa en una sartén lo suficientemente grande como para recibir toda la pasta. Si has preparado la salsa será la misma sartén de su preparación. ¡Pero ojo! Esto solo para salsas calientes. En caso de salsas frías, como por ejemplo el pesto de albahaca, calenta el recipiente donde vayas a aliñar la pasta con un olla de agua de cocción y luego tira el agua. Este paso te servirá a evitar que la pasta se enfríe rápidamente.
Resumen: 2 minutos antes de escurrir, calentar la salsa en una sartén (salsas calientes) o calentar el recipiente (salsas frías).
Regla Nº 5: Finalizacion
Antes de escurrir la pasta reserva algo de agua de cocción. No siempre es necesario pero a veces sí. Escurri la pasta y añadila a la sartén con la salsa previamente calentada. Saltea la pasta a fuego vivo durante unos 30 segundos, removiendo continuamente para garantizar una distribución uniforme de salsa. Si vieras que durante esta operación la pasta se ha quedado un poco seca, añadi unas cucharadas del agua de cocción que reservaste. ¡Atención! Quita del fuego la sartén pasados los 30 segundos para evitar que la pasta se pase. Segui la misma operación en el caso de salsas frías pero, por supuesto, sin fuego.
Resumen: Reserva un poco de agua de cocción. Saltea la pasta con la salsa a fuego vivo sin parar de remover 30 segundos y emplata.
Y…..si el plato te pide Parmigiano Reggiano, por favor no lo dudes, ralla una abundante cantidad de un queso de buena familia encima.
Te recomendamos TECNICAS Y TIPS PARA LA PASTA FRESCA PERFECTA. PASO A PASO Y RECETAS