La palabra “bibimbap” suena curiosa. Estaba intentando crear la imagen adecuada para describir a qué suena “bibimbap”. El nombre suena como una improvisación de un vocalista de jazz en medio de una canción. En realidad, casi nada sabía yo del bibimbap hasta que Kath lo preparó con unos cuantos ingredientes de nuestra barca. Un plato esencial de la cocina de Corea del Sur que, además, “suena como una improvisación de un vocalista de jazz en medio de una canción” merece, sin duda, un poco de investigación y de cocina.
Pero, ¿qué es el bibimbap?
El bibimbap es uno de los platos más representativos de la gastronomía coreana. Consiste en un bol de arroz blanco cubierto por un mix de verduras, tiras de carne y un huevo.
Se trata, además, de su plato más popular en Occidente (después del kimchi, claro). Con la tendencia de los bols que nos invadió el año pasado, el bibimbap se puso muy de moda. Cumple, sin duda, con todo lo que los seguidores de esta tendencia piden a un plato: un bol grande a rebosar de colores y sabor, cuyos ingredientes formen una amalgama súper-estética, súper-apetecible y súper-equilibrada nutriconalmente.
La otra versión más famosa del bibimbap no viene presentada en un cuenco, sino en un dolsot, una olla de piedra que se sirve muy caliente. Esta variedad se conoce como bibimbap dolsot. ¡Es genial cómo el arroz llega chisporroteando a la mesa!
Ingredientes del bibimbap
1. El arroz:
La base es un arroz blanco de grano corto cocido. El arroz japonés o “arroz para sushi” es ideal para preparar bibimbap.
En el caso del Jeonju bibimbap, una de las variedades más famosas de Corea, el arroz se cuece en un caldo de hueso de vaca.
2. Las verduras:
Las verduras están cortadas en forma de juliana y se saltean antes de ser servidas sobre el arroz.
Tal y como se puede intuir por la presentación del bibimbap, tanto las verduras como el resto de ingredientes no son elegidos de forma aleatoria.
La influencia de la teoría del Yin-Yang y de los Cinco Elementos es fuerte en Corea, así que sus cocineros (los de casa y los demás) tienen un instinto natural para saber qué alimentos “se equilibran, armonizan y compensan entre sí“, algo importante en el caso del bibimbap.
Si no tienes muy claro de que se trata todo eso, la forma más fácil de acertar es guiarse por los colores. Combinándolos entre sí, lograrás un plato armonizado e increíblemente vistoso.
Estos son los elementos vegetales más empleados en el bibimbap (según el esquema de la Bimbimbap Globalization Foundation):
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Verde
– Calabacín, pepino, espinacas
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Rojo
– Zanahorias, pimiento rojo, kimchi (en esta sección se incluyen también la carne y el gochujang).
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Amarillo
– Brotes de soja, nueces (también el huevo)
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Blanco
– piñones, rábano blanco, castañas
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Negro
– setas shiitake, algas marinas
3. La carne
En la sección roja también se incluyen tiras de carne de vaca marinadas. La carne se puede servir cruda o salteada.
Si no queremos o no podemos consumir carne roja, se puede sustituir perfectamente por pollo, mariscos o tofu marinado.
4. El huevo
En su versión más tradicional, este tazón de arroz y verduras está coronado por una yema de huevo cruda. Sin embargo, también está muy extendida la versión con huevo frito (la yema debe quedar naranja y tierna).
5. Los condimentos
Los condimentos más usados en el bibimbap son la salsa de soja, el aceite de sésamo, las semillas de sésamo y el gochujang.
Es este útlimo, el gochujang, el condimento con mayor protagonismo en el bibimbap. En el sector picante de la cocina coreana, el gochujang es el rey.
Lo que diferencia a esta pasta de chile de otros condimentos picantes de Asia, como la salsa sriracha (Tailandia) o el sambal oelek (Indonesia), es que no es algo tan simple como un puré de chiles. Su base de arroz glutinoso y soja fermentada le añade una complejidad y un sabor únicos.
El gochujang se añade justo al final de la preparación, con todos los ingredientes ya dispuestos. Esta podría ser la clave del sabor del bibimbap.
Y ahora, olvida todo lo dicho...
El bibimbap es un plato que deja un inmenso lugar a la imaginación. Puedes improvisar y adaptarlo a tu paladar. En realidad, las opciones son infinitas. Vos elegis entre prepararlo en alguna de sus formas tradicionales o inventar tu propia versión.
La receta
Ingredientes
- 1 taza de arroz blanco grano redondo (corto)
- 300 grs de carne molida de res / opción vegetariana: 300 grs de tofu firme
- 1 zanahoria grande
- 1 taza de espinacas
- 10 champiñones (normales o shiitake)
- 1 taza de brotes de soja
- 80 grs de kimchi
- 2 huevos ecológicos
- Sal
- Aceite
Para marinar la carne o el tofu:
- 2 cucharadas de salsa de soja (puede ser la clásica u oscura)
- 1 cdta de aceite de sésamo
- ½ cdta de ajo en polvo
- 1 cdta de mirin (opcional)
Salsa gochujang: (La receta aqui)
- 1 cucharada gochujang
- 1 cdta aceite de sésamo
- 1 cucharada de agua
- 1 cdta de azúcar
- 1 pizca de de sal
- 1 cucharada de vinagre de arroz (opcional)
- 1 cdta de semillas de sésamo (opcional)
Consideraciones:
- En esta ocasión (y como verás en las fotos) yo usé tofu, pero puedes usar carne si lo prefieres.
- Si no eres de picante agrega solo 1 cdta de gochujang a la salsa.
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El gochujang es una pasta de soja fermentada con chiles rojos y arroz. Es un producto que potencia y realza los sabores de un plato, y además le aporta un toque picante.
PASO A PASO
- Lavar el arroz 2 a 3 veces (con la ayuda de un colador) para sacar el almidón e impurezas. En una olla pequeña calentar 1 cucharada de aceite y agregar el arroz, remover por 1 minuto cuidando que no se queme. Agregar 2 tazas de agua hirviendo, una pizca de sal y tapar. Cocinar aprox 10 minutos a fuego medio-bajo hasta que se evapore todo el agua y el arroz esté listo.
- Cortar la zanahoria en trocitos pequeños y delgados, lavar las hojas de espinaca y los brotes de soja y cortar los champiñones en rebanadas.
- En un sartén o wok calentar 1 cucharada de aceite y saltear los bastoncitos de zanahoria durante 2 minutos, para que queden crujientes, reservar. Hacer lo mismo con los champiñones. En el caso de las espinacas y los brotes de soja saltarlos (por separado) durante 1 minuto, ya que se cocinan rápidamente.
- Marinar el tofu (o la carne) con 2 cucharadas de salsa de soja, 1 cdta de aceite de sésamo, ½ cdta de ajo en polvo y opcionalmente 1 cdta de mirin. Mezclar bien para que quede bien impregnado y saltear el tofu (o la carne) 5 a 7 minutos en el sartén o wok.
- Para la salsa gochujang: en un recipiente añadir 1 cucharada de gochujang, 1 cdta de aceite de sésamo, 2 cucharadas de agua, 1 cdta de azúcar, 1 pizca de sal y opcionalmente 1 cucharada de vinagre de arroz y 1 cdta de semillas de sésamo. Mezclar todo muy bien.
- Usando el mismo sartén o wok cocinamos 2 huevos fritos. (también puedes usar la yema cruda sin cocinar*)
- Finalmente montamos el plato (o cuenco) con una base de arroz blanco y sobre ésta distribuimos las verduras salteadas, el kimchi, el tofu (o carne) y coronamos con el huevo frito en medio (como se ve en la foto).
(*) En el plato original se usa solo la yema del huevo y va cruda al centro del plato. Pero si no quieres desperdiciar el resto del huevo mi recomendación es hacerlo frito para mantener la textura líquida de la yema.
Cómo comerlo:
- Añadir un poco (solo un poco) de salsa gochujang al plato y con la ayuda de los palillos y una cuchara mezclar todo muy bien.
- Probar el plato y si es necesario agregar un poco más de salsa gochujang, volver a mezclar
- Disfrutar de un plato lleno de sabor y textura.
Tips adicionales:
- Otras ideas para agregar a tu bowl: judías verdes, repollo morado, cebolla morada, calabacín (zapallito italiano), cebollino y/o rabanito.
- Si no consigues gochujang puedes reemplazarlo por salsa sriracha o alguna otra pasta de chile picante (aunque su sabor es bastante particular y único)
“Bibim” se traduce como “mezclado” y “bap” significa “arroz cocido”, por lo que bibimbap viene a ser, literalmente, “arroz mezclado“.
Las que estás viendo son fotos de bibimbap con todos sus ingredientes servidos de una forma ordenadita, cada uno ocupando su sección determinada dentro del bol, encima del lecho de arroz blanco, en una especie simetría y armonía cromática perfectas.
Sin embargo, la clave es, tal y como reza su nombre en coreano, mezclar todos los ingredientes antes de comerlo.
La interacción con el plato es uno de los aspectos más curiosos del bibimbap. Se te sirve en forma de precioso mosaico y ahora te toca dar el último golpe maestro antes de que pueda ser comido.
Revuelves el conjunto para unir las salsas y desunir los grupos de ingredientes, los cuales se enreden entre sí. La consistencia pegajosa del huevo lo impregna todo. Ya no hay simetría ni armonía aparentes.