Si te gusta la cocina china, seguramente te habras encontrado con estas galletitas rellenas con mensajes, las galletas de la suerte o de la fortuna, totalmente sorprendentes por el mensaje
secreto que guardan en su interior. Las hemos visto millones de veces en restaurantes o incluso en las películas. Muchos relacionan las Galletas de la fortuna con la cultura asiática. De hecho, en muchos restaurantes chinos hemos podido encontrarnos con éstos bocados dulces y crujientes, pero en realidad su origen está en el otro lado del mundo. Las Fortune Cookies sí que fueron inventadas por un asiático, pero residente en San Francisco. EU. El mismo que diseñó el jardín japonés del Té del Golden Gate, Makoto Hagiwara, ideó esta galleta en 1909 y, más adelante, en 1918, el fundador de la Hong Kong Noodle Company de Los Ángeles, David Jung, se dice que también las inventó. Aunque hoy en día aún sigue habiendo una problemática al respecto, la Corte para la Revisión Histórica de norteamérica atribuyó a San Francisco la idea en 1983.
El sabor de estas galletas no es para nada comparable con unas buttercookies o algún otro tipo de galleta que estemos acostumbrados a comer. Son muy crujientes y dulces, y con un ligero sabor a vainilla, pero no destacan especialmente por su intenso sabor, sino por el mensaje que guardan en su interior.
Podemos personalizarlas a nuestro antojo, insertándoles un mensaje inspirador, un proverbio, alguna broma o simplemente alguna frase que nos guste.
Receta
Ingredientes
Para unas 15 Galletas de la fortuna pequeñas:
- 40 gr. de clara de huevo (aproximadamente 1 huevo grande)
- 40 gr. de harina
- 50 gr. de azúcar glas
- 20 gr. de mantequilla, derretida
- unas gotas de esencia de vainilla
- 1 pizca de sal
Preparación
- Precalentar el horno a 150ºC y preparar todos los papeles, recortados y con el mensaje escrito, doblado en dos o tres partes (según el tamaño del papel).
- En un papel vegetal, dibujar circunferencias con un lápiz de unos 6,5cm de diámetro aproximadamente. Recortar los trozos de papel, dejando 2 redondas por trozo (para hornearlas de dos en dos y poder tener tiempo de darles la forma antes de que enfríen).
- Tamizar la harina, la sal y el azúcar glas. Mezclar con la mantequilla derretida y la clara de huevo ligeramente batida con la esencia.
- Remover para combinar todos los ingredientes y obtener un líquido denso y homogéneo.
- Verter media cucharada de la mezcla sobre una circunferencia dibujada y, con la parte trasera de la cuchara, dibujar círculos para expandir la masa y llenar la circunferencia.
- Hornear, de dos en dos, durante unos 6-7 minutos, o hasta que adquieran un tono ligeramente dorado y los laterales estén más oscuros.
- Retirar del horno y, trabajando con rapidez, poner un papel en el centro de la galleta, doblar por la mitad hacia arriba y juntar los dos extremos hacia abajo.
- Colocarlas dentro de un vaso de chupito para que mantengan la forma y no se abran mientras se enfrían.
NOTAS:
- Hornearlas de dos en dos es lo mejor para poder trabajarlas bien antes de que enfríen.
- Podés usar algunos guantes o ir con extremo cuidado, porque al sacarlas del horno y tener que manipularlas rápidamente las yemas de los dedos sufrirán un poco.
- No son unas galletas muy sabrosas, así que podés innovar y ponerles un poco de chocolate, y porque no, usar alguna esencia en la masa, asi como un colorante alimenticio, o espolvorearlas con azúcar glas una vez frías.
A preparalas y buen fortuna