Hay una tendencia mundial hacia una alimentación más saludable. Los consumidores demandan cada vez más productos naturales y funcionales. Este contexto favorece ampliamente a los cultivos como la quinua, la chía y la algarroba. La algarroba solía ser un producto muy usado por las antiguas generaciones de pobladores del NOA pero, con los años y la migración de los jóvenes a las grandes ciudades, se fue perdiendo su valor y usos.

El fruto del algarrobo, un árbol tradicional del Norte del país, es una leguminosa que se destaca por su alto contenido en hidratos de carbono y proteínas, y por ser muy bajo en grasas. Es un producto noble, apto para celíacos ya que no posee gluten y diabéticos pues posee azúcares de disponibilidad lenta, que merece ser recuperado dado su alto valor nutritivo y gran disponibilidad. A partir del secado y molienda de las vainas, se obtiene la harina de algarroba que permite elaborar todo tipo de productos como: panes, tortas, alfajores, galletas y budines. Además, con las vainas se producen bebidas tradicionales como la añapa, una especie de licor, la aloja y el arrope. 

Además de tener múltiples beneficios y la mitad de azúcar, la algarroba tiene un sabor parecido al cacao, por lo que puede ser un sustituto perfecto para calmar la ansiedad por lo dulce. Durante la Guerra Civil Española fue el alimento base en la población, y hace miles de años ya era utilizada en el Antiguo Egipto, se la conocía como “carob”. 

La harina de algarroba es un producto muy parecido al chocolate en cuanto a consistencia, sabor y color. Luego se puede mezclar con leche para obtener una especie de “cacao”. Este no debe hervir porque, de lo contrario, tiene un sabor muy amargo.
Algunos lo endulzan con miel o con azúcar integral. Tres cucharaditas de algarroba y dos cucharaditas de agua equivalen a casi 30 gramos de chocolate.

Veamos una de estas excelentes recetas con algarroba. Los alfajores.

alfajoralgarroba

 

Receta 

Ingredientes

  • 100 grs. de harina de algarroba.
  • 140 grs. de almidón de maíz.
  • 110 grs. de azúcar.
  • 110 grs. de manteca.
  • 1 huevo.
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla.
  • Cantidad necesaria de dulce de leche repostero.
  • Cantidad necesaria de coco rallado. (Opcional).

Paso a paso

  1. Hacer una mezcla con la manteca a temperatura ambiente y el azúcar utilizando una batidora. La mezcla debe quedar casi blanca.
  2. Agregar la esencia de vainilla y el huevo.
  3. Batir uniendo bien los ingredientes.
  4. Una vez homogeneizada la preparación anterior agregar la harina de algarroba y el almidón de maíz previamente tamizados.
  5. Refrigerar una media hora
  6. Estirar la masa con un palote sobre un papel manteca o enharinar la mesa.
  7. Una vez estirada la masa, proceder a cortar la masa para obtener las tapas, con un molde o algún elemento circular de 4 centímetros aproximadamente.
  8. Con una espátula levantar las tapas y colocar en una placa para horno y luego llevar al freezer por 30 minutos para que las tapas no se deformen.
  9. Pasado los 30 minutos, hornear a 180º por 15 minutos o hasta que al tacto estén firmes.
  10. Retirar del horno y dejar enfriar sobre rejilla.
  11. Armar los alfajores con dulce de leche repostero una vez que las tapitas estén frías.