Que no como ajo, que me cae mal, que es muy fuerte, que no se te va a acercar ni Dios. El ajo en la comida no es para todos, los sabores y aromas fuertes son rechazados por muchas personas.
Sin embargo, se puede sumar fans aplicando esta receta genial.
Una pasta exquisita, con perfumes y aromas deliciosos que cuando la pruebes en una bruschetta o lo hagas parte de alguna de tus comidas, te transportará al cielo gourmet.
Veamos el paso a paso:
Compramos varias cabezas de ajo. Las pones en una bandeja y les pones un chorrito de aceite por encima.
Los tapas con papel aluminio y los metes en un horno mínimo a medio durante 40/50 minutos.
Cuando paso el tiempo los sacas y voilá.
cortas con un cuchillo la punta de una cabeza, y ahí está toda esa deliciosa crema.
Apretas una a una las cabezas hasta extraer toda la crema.
Cuando terminas de sacar la crema de todas las cabezas, la pones en frascos esterilizados tratando de no dejar aire y cubrís con un buen oliva y a la despensa, para ser feliz en muchas ocasiones.
Podés poner en la cocina ramitas de tomillo fresco, no dentro del frasco. O infusionar el tomillo en aceite de oliva y cubrir con eso la para en el frasco. Mejor no ponerlas frescas pues es peligroso por el botulismo.
Podés aromatizar el ajo con zestes de limón o un toque de jengibre rallado.
A Disfrutar !